Núcleos conceptúales de la Historia

La enseñanza de la Historia de Venezuela tiene contenidos estructurales propios de su objeto de estudio: el pasado del hombre "La historia sirve para que el hombre se conozca a sí mismo... La utilidad de la historia radica, pues, en que nos enseña lo que el hombre  ha hecho y, en este sentido, lo que el hombre es" (Collingwood 1946. Idea de la historia, citado por García Hoz, 1996 t.16 p,95).
La posición de la enseñanza de la  Historia centrada en verdades dogmáticas en la que el docente y/o el libro de texto son los poseedores de la verdad, se aleja de la construcción significativa del conocimiento. En este sentido, Seró y Deasit (1996) proponen, para la Educación Media y atendiendo las edades que ella abarca, que las estrategias para la enseñanza de la Historia deben centrarse en los siguientes contenidos conceptuales: categorías y nociones temporales, el medio, la causalidad histórica, la empatía, la evidencia y correlación de fuentes primarias y secundarias y la adquisición y uso del vocabulario histórico, que se explicarán a continuación.
Categorías y nociones temporales
Existen diversos conceptos de tiempo: orden cronológico, agrupación de hechos coincidentes (sincronía) y el sentido de continuidad entre pasado, presente y futuro, que implica la sustitución del tiempo estático por tiempo procesal, en la que influyen las nociones sociales y convencionales, extraídas del tiempo vivido. Así, el tiempo histórico requiere del pensamiento formal y por ende de la capacidad de abstracción. Carretero, Pozo y Asencio (1985, en Seró y Deasit, 1996)  infieren que la cronología reclama de los alumnos la construcción de nociones temporales sucesivas, que siguen un proceso gradual: tiempo personal, tiempo físico, tiempo social y por último tiempo histórico, que tienen profunda relación con las concepciones de cambio y permanencia.
El medio
Es uno de los contenidos más atractivos pues no se circunscribe al medio físico (ciudad, región, continente, etc.) sino al marco de relaciones, con frecuencia no escolarizados, en los que se desarrolla un hecho histórico. El medio así entendido permite el aprendizaje por descubrimiento, motivador y creativo, abierto a la realidad misma y será un factor fundamental para el anclaje del nuevo conocimiento en la red de conocimientos previos. El docente debe organizar estos conocimientos en una estructura coherente que obedezca a la estructura lógica y psicológica de la asignatura, para potenciar nuevas y más ricas experiencias de aprendizaje en una forma intencional (Seró y Deasit, 1996, Acedo y Domingo, 1999). Esta estructura dependerá de la posición del docente en cuanto al método que utiliza en el proceso de enseñanza -  aprendizaje.
Causalidad histórica
Es uno de los conceptos más difíciles de considerar, ya que en los estudios de Historia, rara vez existe una causa única. Desde el momento en que se considera un hecho social, se presenta la causalidad múltiple. Las relaciones de causalidad son inherentes a cualquier tipo de explicación científica, pero en las Ciencias Sociales, los eventos no son repetibles, lo cual hace que no se puedan explicar a partir de sus causas, dentro de un marco conceptual, sino que se complique la explicación tomando en cuenta otros aspectos como motivos e intenciones de los actores. Así, se plantean dos ámbitos de estudio, el análisis de los antecedentes y las consecuencias, así como también los factores subjetivos que pueden influir. Otra característica de la causalidad histórica es la variación temporal, dando lugar a causas y consecuencias a corto y largo plazo.
Empatía
Es la disposición y la capacidad para entender las acciones de las personas del pasado, desde la perspectiva de su tiempo, independientemente de que se compartan o no, y se fundamenta en la capacidad imaginativa sobre bases reales, es decir las inferencias que puedan realizase para comprender. Además de esta capacidad de realizar inferencias, se ha establecido que así como la imaginación y la analogía tienen un papel importante en la comprensión empática, también lo tiene el aparato conceptual, que proporciona un marco de referencia imprescindible (Seró y Deasit, 1996)
Fuentes primarias y secundarias: Las evidencias y correlación.
Las evidencias son el punto de partida para la reconstrucción del pasado, y con frecuencia se obvian para dar por válida la interpretación de quien escribe el texto de estudio. Su uso ha de ser progresivo y diferenciado: desde el reconocimiento de los vestigios del pasado hasta la crítica y comparación de fuentes directas e indirectas. La falta de uso de fuentes en la enseñanza de la Historia contribuye a la formación de un conocimiento memorístico, que no acepta discusión, indiscutible.
Adquisición y uso del vocabulario histórico.
Es importante que el alumnado maneje términos de creciente dificultad, a partir de su definición, basada en características esenciales. Así, las palabras adecuadas referidas a los términos precisos facilitan un marco de entendimiento en el estudio de la Historia.